¡ESCÁNDALO EN LA POLÍTICA COLOMBIANA! El presidente Gustavo Petro estalló en un feroz ataque contra Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, en un mensaje público que ha sacudido los cimientos del gobierno. La razón detrás de esta explosiva confrontación es un controvertido contrato de importación de gas natural que, según denuncias, favoreció a la empresa Gaxi SESP, vinculada a un amigo cercano de Roa, Juan Guillermo Mancera.
Petro, visiblemente enfadado, acusó a Roa de desobedecer órdenes directas sobre cómo debía manejarse la importación del gas esencial para Colombia, en medio de una crisis energética inminente. El mandatario exigió que Ecopetrol asumiera el control directo de la importación, buscando frenar la especulación de precios y evitar que recursos estatales caigan en manos de narcotraficantes. En un giro alarmante, Petro reveló que el 10% de la gasolina refinada por Ecopetrol está siendo desviada hacia organizaciones criminales.
Este escándalo se intensifica con acusaciones de presiones irregulares y amenazas contra Luis Enrique Rojas, ex presidente de la filial Ocol, quien denunció intentos de manipulación para favorecer a Gaxi. Mientras tanto, Mancera niega cualquier irregularidad y amenaza con acciones legales. La situación se complica aún más con un memorando de entendimiento firmado con Gaxi, que, aunque no vinculante, ha generado suspicacias sobre la transparencia del proceso.
La controversia no solo pone en jaque el futuro energético de Colombia, sino que también revela las tensiones internas en el gobierno de Petro, quien lucha por un control estatal más fuerte frente a los intereses privados. Con un contrato que podría mover miles de millones de dólares, el desenlace de esta crisis definirá el rumbo de la política energética en el país. ¡La tensión está en el aire y el futuro de Ecopetrol pende de un hilo!