**Rubby Pérez murió hace 7 días, ahora su Manager Rompió su silencio**
La tragedia golpeó al mundo de la música dominicana hace exactamente siete días, cuando el icónico merenguero Rubby Pérez perdió la vida en un colapso estructural durante un concierto en la discoteca Jetset de Santo Domingo. Hoy, su representante, Fernando Soto, rompió el silencio y reveló detalles desgarradores que podrían cambiar la narrativa sobre la fatal noche del 8 de abril.
En una emotiva entrevista, Soto confesó que Rubby había sentido que algo malo iba a suceder la misma noche del concierto. “Me lo dijo”, afirmó con voz temblorosa. A pesar de estar agotado y tras sufrir una caída días antes, Rubby insistió en subir al escenario, argumentando que su público merecía su actuación. La fiesta se tornó en caos a las 3:30 a.m., cuando el techo se vino abajo, dejando a más de mil personas atrapadas bajo escombros.
Los testimonios de sobrevivientes describen un ambiente de alegría que se transformó en terror absoluto en cuestión de segundos. Gritos, polvo, y un silencio ensordecedor se adueñaron del lugar. Mientras cientos clamaban por auxilio, el nombre de Rubby resonaba como un grito desesperado en medio del horror.
Soto, visiblemente afectado, recordó que Rubby nunca debió haber estado en el escenario esa noche. “Yo debí haberlo detenido”, reconoció, mientras las lágrimas brotaban de sus ojos. La conmoción generada por su relato ha dejado a la nación en estado de shock, cuestionando las decisiones que llevaron a esta tragedia.
Con al menos 27 muertos y 160 heridos, la tragedia ha desatado una ola de indignación. La discoteca Jetset había recibido advertencias sobre fallas estructurales semanas antes del colapso, pero ignoraron las señales. La comunidad clama justicia, y la investigación avanza mientras el país aún llora la pérdida de un ícono musical.
La voz de Rubby Pérez, aunque silenciada, sigue resonando en el corazón de su pueblo, y su legado se convierte en un llamado a la reflexión sobre la seguridad en los espacios de entretenimiento. La historia no ha terminado; el eco de su música perdurará, incluso en medio del dolor.