Febrero de 2025 ha sido un mes devastador para el mundo del espectáculo mexicano, marcando la partida de diez icónicas figuras que dejaron una huella imborrable en la cultura del país. Desde músicos hasta actores, estos artistas, que fueron faros de talento y carisma, han dicho adiós, dejando a sus seguidores en un profundo estado de tristeza.
El 5 de febrero, la talentosa Angélica Fante Gamboa, pionera del rock mexicano, falleció tras sufrir un derrame cerebral, dejando un vacío en la escena musical. Solo seis días después, el 11 de febrero, Norma Mora, estrella del cine de la época dorada, dejó este mundo a los 81 años, llevándose consigo recuerdos de sus inolvidables actuaciones.
El 17 de febrero, la poderosa Paquita la del Barrio, conocida por sus letras empoderadoras, falleció en su hogar, dejando atrás un legado de música que resonará por generaciones. Su funeral fue un emotivo homenaje, donde amigos y seguidores recordaron su impacto en la lucha contra el machismo.
Solo un día después, el 18 de febrero, la querida Tongolele, ícono del cine mexicano, también se despidió, marcando una pérdida significativa en el arte de la danza y la actuación. El 20 de febrero, el presentador y comediante Daniel Omar Aguilar Bisoño falleció a causa de complicaciones tras un trasplante de hígado, dejando a sus colegas y fanáticos en estado de shock.
El 22 de febrero, el locutor Pepe Uribe perdió la vida, seguido por el estilista Jesús Guerrero el 26, quien falleció inesperadamente en los Emiratos Árabes Unidos. El 23 de febrero, el cantante Ángel Pedraza también se fue, dejando una marca en la música sonidera.
Finalmente, el 25 de febrero, Carlos Alberto García, conocido como El Chacal de la Trompeta, falleció a los 57 años, y el 28 de febrero, la comediante Margarita Sánchez se unió a esta lista de pérdidas trágicas.
Este mes ha sido un recordatorio brutal de la fragilidad de la vida y el legado perdurable que estos artistas han dejado en el corazón del pueblo mexicano. Sus obras y su influencia continuarán resonando, recordándonos que, aunque se hayan ido, su espíritu y su arte vivirán por siempre.