**Título: La Masacre Bananera de 1928: Un Eco de Sangre que Resuena en la Historia de Colombia**
El 5 de diciembre de 1928, Colombia se vio sacudida por una de las atrocidades más crueles de su historia: la masacre de trabajadores bananeros por el ejército colombiano, un hecho que cambió el rumbo de Latinoamérica para siempre. En medio de una huelga masiva que involucró a decenas de miles de trabajadores de la United Fruit Company, estos hombres y mujeres exigían condiciones laborales justas, un grito ahogado por balas.
La situación se tornó insostenible. Los huelguistas, que habían detenido la producción de bananas en la región del Magdalena, se concentraron en la plaza de Sienega, donde esperaban diálogo y soluciones. Sin embargo, el gobierno optó por la represión. A la 1:30 de la madrugada, el general Carlos Cortés Vargas, al mando de 300 soldados, ordenó abrir fuego contra la multitud. Las balas no solo hirieron cuerpos, sino también el futuro de una nación que clama justicia.
Las cifras de víctimas son confusas: mientras que el gobierno reportó 47 muertos, otros estiman que la cifra real podría ascender a miles. Los cuerpos fueron transportados en vagones de tren, arrojados al mar, mientras el estado colombiano, al servicio de intereses estadounidenses, miraba hacia otro lado. Este acto brutal no solo marcó un hito en la historia colombiana, sino que también lanzó ondas de cambio político y social que resonarían por décadas.
La masacre de las bananeras se convirtió en un símbolo de la lucha contra la explotación y el abuso de poder, un recordatorio de que la historia de un pueblo que ignora su pasado está condenada a repetirse. Hoy, a más de 90 años de esta tragedia, el eco de esas balas aún resuena en el corazón de Colombia y de toda Latinoamérica. ¿Estamos listos para enfrentar y recordar la verdad detrás de la historia?