**Donald Trump SACA A MIGRANTES CON SUS PROPIAS MANOS**
En un giro inesperado y alarmante, Donald Trump ha reavivado su promesa de deportar a 20 millones de inmigrantes indocumentados de Estados Unidos. En medio de un clima político tenso y cambios inminentes en las leyes de inmigración, el ex presidente lanza un desafío que podría tener repercusiones devastadoras en la economía del país. Los abogados de inmigración advierten que, mientras el gobierno de Biden implementa nuevas leyes que benefician a muchos inmigrantes, la amenaza de Trump resuena con fuerza.
La reciente legislación firmada por Biden otorga residencia permanente a aquellos casados con ciudadanos estadounidenses y promete un futuro más brillante para millones. Sin embargo, la sombra de la deportación masiva por parte de Trump plantea un dilema crucial: ¿puede Estados Unidos permitirse perder a tantos trabajadores que sostienen su economía? La Florida, por ejemplo, busca desesperadamente 150,000 trabajadores, ofreciendo salarios de hasta $50 la hora en sectores como la construcción.
Mientras tanto, los inmigrantes que viven de ayudas gubernamentales o que han invadido propiedades abandonadas se encuentran en la cuerda floja. Aquellos que no se integren y contribuyan a la economía podrían ser considerados una carga y, por ende, estar en riesgo de ser expulsados. La presión aumenta para que los inmigrantes se preparen: obtener documentos, casarse con ciudadanos estadounidenses y trabajar legalmente son pasos cruciales para asegurar su futuro en el país.
Con las elecciones en el horizonte y la posibilidad de una ley migratoria bipartidista, el tiempo apremia. La comunidad inmigrante debe actuar rápido o arriesgarse a perder la oportunidad de regularizar su estatus. La pregunta que todos se hacen es: ¿cumplirá Trump su promesa de deportaciones masivas, o se verá obligado a reconsiderar su enfoque ante la realidad económica? La respuesta a esta crisis migratoria se desarrolla ante nuestros ojos, y el futuro de millones está en juego.