El Partido Nacionalista Vasco (PNV) se encuentra en una encrucijada crítica tras su implicación en el escándalo de corrupción que envuelve al Partido Socialista. Aitor Esteban, portavoz del PNV, ha admitido que su partido tomará decisiones cruciales después de escuchar a Pedro Sánchez el próximo 9 de julio en el Congreso. La presión sobre los nacionalistas vascos ha crecido significativamente, y sus intentos de distanciarse del escándalo parecen insuficientes ante la gravedad de la situación.
Esteban ha declarado sin rodeos que las disculpas no son suficientes y ha exigido un relato completo sobre el caso Koldo, que ha comenzado a desgastar las relaciones entre los socios del gobierno. La conexión entre Ávalos, Santos Cerdán y Coldo García es ahora un punto focal de la controversia, y el PNV no descarta romper la baraja si Sánchez no ofrece explicaciones satisfactorias.
Aunque Esteban ha enfriado la posibilidad de una cuestión de confianza, la política actual exige que se evalúe el apoyo a un presidente acorralado por la corrupción. Preguntándose retóricamente si Podemos votaría a favor de una moción de confianza, ha dejado entrever las grietas en el bloque de investidura. La ambigüedad del PNV es palpable: mientras exigen respuestas al Partido Socialista, evitan comprometerse abiertamente a una ruptura.
El escándalo no se limita al triángulo Coldo-Cerdán-Ávalos; Esteban ha exigido también aclaraciones sobre los controvertidos “maletas venezolanas” en Barajas, un episodio que sigue sin esclarecerse. La UCO ha puesto en entredicho la postura del PNV, sugiriendo que Santos Cerdán podría haber comprado los votos del partido en la investidura de Sánchez a cambio de contratos millonarios.
La situación es explosiva y el tiempo corre. El PNV, que ha sido fundamental para la gobernabilidad de Sánchez, ahora debe sopesar el costo electoral de seguir apoyando a un presidente en medio de un escándalo que amenaza con desestabilizar el gobierno. La presión está en aumento, y las decisiones que se tomen en los próximos días podrían cambiar el rumbo político de España.