**¡Escándalo en la Casa Real! Letizia Ortiz y Pedro Sánchez en el Ojo del Huracán por Inversiones en República Dominicana**

En un giro impactante que sacude los cimientos de la monarquía española, se han filtrado audios que revelan conversaciones entre Letizia Ortiz y el presidente Pedro Sánchez sobre inversiones en República Dominicana. Esta revelación, hecha por el periodista Miguel Temprano, ha encendido alarmas en el Palacio Real y en la Moncloa, desatando un torbellino de especulaciones sobre la relación entre la reina consorte y el líder del gobierno.

El viernes 4 de julio, se conoció que la Guardia Civil tiene en su poder grabaciones donde ambos discuten animadamente sobre negocios en la isla caribeña. Este escándalo no solo pone en entredicho la ética de Letizia, quien ha sido señalada por su cercanía con un presidente cuyo círculo íntimo enfrenta serias acusaciones de corrupción, sino que también plantea serias dudas sobre la estabilidad de la monarquía en un contexto político ya de por sí convulso.

Fuentes cercanas aseguran que estos encuentros no son casuales. Letizia y Sánchez han coincidido en múltiples ocasiones, incluso en consultas de estética, lo que ha alimentado rumores sobre una amistad que podría ir más allá de lo profesional. La situación se complica aún más con la crisis en el matrimonio de Letizia y Felipe VI, lo que podría abrir la puerta a un futuro incierto para la reina consorte.

Mientras tanto, la reina emérita Sofía enfrenta un verano negro en Maribén, lidiando con la tensión familiar y la exclusión de los Urdangarín y Marichalar, lo que refleja un ambiente cargado de divisiones y secretos ocultos. La presión aumenta y el tiempo corre: ¿podrá la Casa Real sobrevivir a este escándalo que amenaza con desvelar más de lo que se ha querido ocultar?

La opinión pública está atenta. Las repercusiones de este escándalo podrían ser devastadoras, tanto para la monarquía como para el futuro político de Sánchez. La pregunta en el aire es: ¿qué más se revelará en los próximos días? La tensión es palpable y el desenlace, incierto.