Bratislava, la capital de Eslovaquia, está en el centro de atención turística como nunca antes. Con un aumento significativo en la llegada de visitantes de países como el Reino Unido, Italia y España, la ciudad, a menudo ignorada, se revela como un destino imprescindible en Europa. En este momento, los viajeros están descubriendo 10 lugares icónicos que no pueden perderse en su visita a Bratislava.
El Castillo de Bratislava, imponente sobre una colina junto al Danubio, es la primera parada obligatoria. Desde allí, las vistas son simplemente espectaculares. No muy lejos, el Castillo de Devin, con su rica historia y un museo que narra batallas antiguas, atrae a los amantes de la historia. La Puerta de San Miguel, única de las antiguas fortificaciones medievales, ofrece un vistazo al pasado, mientras que la Catedral de San Martín, con sus catacumbas y su majestuosa corona, promete asombrar a los visitantes.
La Iglesia de Santa Elisabeth, conocida como la iglesia azul, destaca por su diseño único y vibrante, mientras que el Palacio del Primado, con su elegante fachada rosa, es un testimonio de la rica historia política de la ciudad. No se puede olvidar el monumento Slavin, que rinde homenaje a los soldados soviéticos caídos, un lugar de reflexión y respeto en el corazón de la ciudad.
El Teatro Nacional Eslovaco, dividido en dos sedes, ofrece una experiencia cultural vibrante, y el Palacio de Schlosshof, en la frontera con Austria, invita a explorar su esplendor renovado. Finalmente, la curiosa estatua “Man at Work” se ha convertido en un símbolo divertido y fotogénico de la ciudad.
Bratislava está lista para recibir a los turistas con los brazos abiertos, ofreciendo una mezcla de historia, cultura y belleza. ¡No te quedes atrás y descubre lo que esta joya eslovaca tiene para ofrecer!