La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, se encuentra en el ojo del huracán tras una sorprendente y urgente modificación de su currículum en la página oficial del partido. En medio de una creciente tormenta política por la manipulación de títulos académicos, Narbona ha pasado de presumir de ser doctora en economía por la Universidad de Roma a ser simplemente licenciada en economía. Esta rectificación, realizada sin previo aviso, ha desatado un escándalo que sacude los cimientos de la credibilidad del Partido Socialista.
Hasta hace unas horas, Narbona se presentaba como doctora, un título que ya había sido cuestionado en el pasado. Investigaciones previas revelaron que su supuesto doctorado, obtenido en 1973, no era más que una licenciatura, ya que las universidades italianas de esa época no otorgaban el grado de doctorado en el sentido actual. La situación se complica aún más al recordar que, tras una primera corrección, el PSOE había vuelto a inflar su currículum, reintroduciendo el título de doctora.
Esta maniobra llega en un momento crítico, justo cuando el PSOE ha arremetido contra el Partido Popular por inflar las credenciales académicas de sus dirigentes, como el caso de la exdiputada Noelia Núñez, quien admitió que su perfil en el Congreso era falso. La hipocresía es palpable y la confianza pública se tambalea. La corrección forzada de Narbona no solo destaca el engaño, sino que pone de relieve la falta de transparencia que se espera de un partido que clama por la regeneración política.
La presión aumenta y los medios no se detendrán hasta que se aclare esta situación. La política española observa con atención, y la verdad detrás de los títulos académicos de sus líderes podría tener consecuencias devastadoras. En un momento donde la credibilidad es más crucial que nunca, el PSOE enfrenta un desafío monumental para restaurar su imagen y la confianza del electorado.