Antonio Gasalla, una de las figuras más queridas del humor argentino, falleció a los 84 años, dejando un vacío irreparable en el mundo del espectáculo. En un emotivo programa de Argenzuela, Jorge Rial destapó la cruda realidad de los últimos días del icónico comediante, revelando detalles que conmueven y sorprenden.
Gasalla, conocido por su personaje de mamá Cora en “Esperando la carroza”, no solo fue un pionero del humor, sino un observador agudo de la sociedad. Sin embargo, sus últimos años estuvieron marcados por la adversidad. Rial compartió que, a pesar de su fama y éxito, el artista enfrentó una drástica caída económica, perdiendo gran parte de su fortuna y viéndose obligado a reconstruir su vida desde cero. Este giro inesperado ha dejado a muchos preguntándose cómo es posible que una figura tan prominente haya terminado en una situación tan vulnerable.
La última aparición pública de Gasalla, descrita por Rial como un hombre cansado y enfermo, estuvo rodeada de la presión de los medios, que lo acosaban en un momento de gran fragilidad. A pesar de su legado innegable, sus últimos días estuvieron lejos de los escenarios que una vez iluminó. Gasalla padecía demencias y su círculo de amigos se redujo drásticamente, lo que acentuó su soledad en un momento en que más necesitaba apoyo.
Rial, con su característico estilo directo, reflexionó sobre la falta de reconocimiento y cuidado hacia nuestros artistas en sus momentos más difíciles. Aunque Gasalla nos brindó risas durante décadas, su final nos recuerda la fragilidad de la vida y cómo incluso los más grandes pueden caer en la oscuridad. Su legado, sin embargo, se mantendrá vivo en el corazón de aquellos que lo amaron y lo recordarán no solo por su humor, sino también por su humanidad.