La noticia que ha sacudido al mundo: el Papa Francisco ha fallecido a los 88 años, dejando un vacío incalculable en la Iglesia Católica y más allá. A las 7:35 de la mañana del 21 de marzo de 2025, el Vaticano confirmó la triste noticia que resonó en todos los rincones del planeta, generando un profundo luto entre millones de sus fieles. Pero en medio de las lágrimas y homenajes, surge una voz que, cargada de emoción y revelaciones, se atreve a romper el silencio: la de su hermana.
En un conmovedor testimonio, la hermana de Jorge Mario Bergoglio comparte recuerdos íntimos y mensajes que el Papa dejó antes de su partida. Su relato es un viaje al pasado, donde el hombre que tocó millones de corazones se muestra no solo como el líder espiritual que todos conocieron, sino como un hermano, un amigo, un verdadero pastor. “Era un padre para todos”, dice, evocando la sencillez y la cercanía que caracterizaron su vida.
La hermana del Papa revela que, a pesar de las adversidades, Francisco nunca se alejó de sus raíces, siempre comprometido con los más necesitados. “Dios no se cansa de perdonar”, solía recordar, un eco que aún resuena en los corazones de quienes lo amaron. Su legado, marcado por la lucha por la paz, la justicia social y la inclusión, perdurará en la memoria colectiva.
El mundo observa con atención mientras el Vaticano inicia los preparativos para un funeral que será un hito en la historia de la Iglesia. Líderes de diversas religiones y culturas se congregan en Roma para rendir homenaje a un hombre que trascendió fronteras, uniendo a la humanidad en un mensaje de esperanza y compasión. La pregunta que todos se hacen ahora es: ¿cómo continuará su legado en un mundo que necesita su luz más que nunca? La respuesta podría estar en las palabras de su hermana, quien invita a todos a seguir su misión de amor y servicio. El Papa Francisco nos ha dejado, pero su espíritu vive en cada gesto de bondad que inspiremos.