¡Diddy pierde el control tras sonar la última grabación de Prince en el inicio del juicio!
En un giro inesperado que sacudió los cimientos del tribunal, la voz de Prince reverberó en la sala, desmoronando la imagen del magnate de la música, Diddy. Este tercer día de juicio marcó un antes y un después, revelando detalles explosivos que muchos creían enterrados para siempre. La tensión era palpable mientras Diddy entraba, vestido con un traje azul marino, intentando mantener su semblante impasible. Sin embargo, todo cambió cuando la fiscalía presentó una grabación de audio, una última grabación privada del ícono musical, hecha poco antes de su inesperada muerte en 2016.
La sala quedó en un silencio sepulcral al oír la voz grave de Prince, un susurro cargado de inquietud. “Estoy haciendo esta grabación porque ya no sé en quién confiar”, decía, mencionando fechas y lugares que coincidían con los relatos de testigos sobre fiestas exclusivas organizadas por Diddy. Con cada palabra, la expresión de Diddy se transformaba, el hombre que había entrado confiado ahora parecía un espectro, atrapado en una red de acusaciones que lo envolvían.
La grabación no solo reveló episodios de abuso y agresión, sino que también mencionó pagos millonarios a posibles víctimas por su silencio. La tensión alcanzó su punto máximo cuando Diddy, incapaz de contenerse, gritó: “¡Eso es mentira!” Su grito resonó en la sala, un eco de desesperación que retumbó entre los jurados y los periodistas presentes. Los abogados de Diddy intentaron recuperar el control, pero el daño ya estaba hecho. La imagen del magnate, construida a lo largo de décadas, se desmoronaba ante las revelaciones de un hombre que, aunque muerto, seguía siendo una voz poderosa.
A medida que el juicio avanzaba, la atmósfera se tornaba más pesada. Las revelaciones de Prince y el testimonio de Cassie Ventura se entrelazaban, creando un cuadro inquietante del mundo de glamour y abuso en el que se movían. El jurado, cautivado y perturbado, anotaba cada detalle. La sala nunca volvería a ser la misma, y la industria del entretenimiento temía que lo que aún pudiera estar guardado en el cofre de Prince fuese solo el comienzo de una verdad que podría cambiarlo todo.