La noche del domingo, un hallazgo aterrador sacudió Zapopan, Jalisco, cuando la DEA y las autoridades locales, lideradas por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, descubrieron más de 50 cadáveres en el sótano de la antigua residencia de Valeria Márquez, una influencer mexicana de belleza. El operativo, que se realizó sin previo aviso, reveló la existencia de una fosa clandestina camuflada en un lujoso inmueble, donde los cuerpos, en estado de descomposición, estaban apilados de forma grotesca, algunos con signos de tortura.

El descubrimiento se produjo tras la inspección de un túnel militarizado vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la recuperación de un arsenal de armas. Las autoridades, preocupadas por la posibilidad de que aún existieran más estructuras ocultas, llevaron a cabo un examen exhaustivo del lugar. Fue en el ala trasera de la casa donde un agente notó una anomalía térmica en el suelo, lo que llevó a la perforación de una loseta industrial y a la revelación de una compuerta de acero. Al abrirla, se encontraron con un sótano sin ventilación ni luz, que albergaba un horror inimaginable.

El olor a descomposición era abrumador, y varios agentes requirieron asistencia médica. Se estima que los cuerpos, que varían en edad entre 20 y 50 años, han estado allí durante al menos dos años, lo que sugiere un uso continuo del lugar para la eliminación de enemigos del CJNG. La presencia de víctimas vinculadas a disputas con Valeria Márquez, incluidas otras figuras del mundo digital y político, apunta a un escalofriante modus operandi de ajuste de cuentas.

Las investigaciones, que han comenzado a reconfigurar la percepción pública sobre las redes sociales y el crimen organizado, revelan un sistema de complicidad que va más allá de lo personal. Los lazos entre Valeria y los crímenes han llevado a las autoridades a cuestionar si actuaba como cómplice activa o si era manipulada por operativos de alto nivel como Ricardo N, alias “el WR”, aún prófugo. La pregunta que resuena en el aire es clara: ¿qué secretos más guarda la influencer detrás de su fachada de éxito? Con cada nuevo cuerpo identificado, el eco de la impunidad se hace más fuerte, y la búsqueda de justicia apenas comienza.