Valeria Márquez, una influencer mexicana, fue asesinada en plena transmisión en vivo hace 11 días, un crimen que ha dejado a todo un país en estado de shock. Su madre, visiblemente afectada, rompió el silencio y reveló detalles escalofriantes que rodean la trágica muerte de su hija. “Alguien lo planeó y la estaba esperando”, afirmó, enfatizando que Valeria no era una niña en problemas, sino una mujer trabajadora y soñadora que había construido su propio salón de belleza, el Blossom Beauty Lounge.
Las últimas palabras de Valeria, que bromeaba sobre recibir un ‘regalo’ en su salón, se tornaron en horror cuando un hombre armado entró y disparó tres veces. En el video, su colega cierra la transmisión sin intentar ayudarla, un acto que ha suscitado indignación y preguntas sobre la complicidad en el crimen. “¿Por qué no gritó? ¿Por qué no hizo nada?”, se cuestionó su madre.
La influencer había recibido amenazas previas, mensajes aterradores de su ex pareja, quien supuestamente tenía vínculos con un cártel. Valeria incluso había expresado su temor en redes sociales, responsabilizando a esa persona de cualquier daño que pudiera sufrir. Sin embargo, nunca denunció oficialmente, dejando un vacío en la justicia.
Mientras la investigación avanza, los rumores apuntan a un posible crimen por encargo, con un sicario disfrazado de repartidor como el ejecutor. La madre de Valeria exige respuestas, señalando que el silencio de los involucrados pesa más que cualquier prueba. “Mi hija no se murió, me la mataron”, enfatizó, mientras el país se pregunta quién estará detrás de este horrendo acto.
En un giro perturbador, un ramo de flores con la palabra “perdón” fue dejado frente al salón donde ocurrió el asesinato, alimentando las especulaciones sobre la identidad del autor y la posible complicidad de quienes estaban cerca. La familia espera justicia, mientras las redes sociales se convierten en el único espacio donde se busca la verdad entre rumores y teorías. La historia de Valeria es solo una más en un país donde cientos de mujeres son silenciadas, y su caso podría ser otro que se pierda en el olvido si no se actúa pronto.