La Fiscalía de Jalisco ha revelado detalles escalofriantes en el caso de Valeria Márquez, la influencer de 23 años asesinada en su salón de belleza durante una transmisión en vivo. Nuevas evidencias apuntan a que sus amigas más cercanas, Erika Hernández y Vivían de la Torre, podrían estar involucradas en una traición que llevó a su trágica muerte. La investigación ha tomado un giro inesperado, sugiriendo que Valeria fue traicionada desde dentro por quienes deberían haber sido sus aliados.
Las declaraciones de la abogada de Erika han encendido la polémica, al confirmar que la relación entre ambas no era solo laboral, sino emocional. Se ha señalado que el último café que Valeria recibió podría haber estado adulterado, lo que ha suscitado una ola de indignación pública. Además, se ha filtrado información sobre una supuesta compensación de 200,000 pesos entregada a Vivían para que colaborara en el plan que resultó en el deceso de Valeria.
La Fiscalía ha comenzado a investigar el comportamiento de Erika y Vivían en las horas previas y posteriores a la tragedia, encontrando inconsistencias en sus relatos. La presencia de un repartidor que entregó un peluche momentos antes del ataque y la insistencia de Vivían para que Valeria permaneciera en el salón han llevado a los investigadores a cuestionar si hubo complicidad. Videos internos y testimonios de empleados han comenzado a circular, mientras las redes sociales estallan con teorías que sugieren que la rivalidad y los celos pueden haber motivado el crimen.
El hecho de que las cámaras de seguridad del salón estaban inactivas durante el ataque añade un nivel de sospecha que podría indicar un encubrimiento. La situación se complica aún más con la aparición de un ramo de flores dejado en la entrada del salón, con la palabra “perdón”, lo que ha desatado especulaciones sobre su significado.
La presión pública es intensa y, mientras las autoridades buscan respuestas claras, el caso de Valeria Márquez se convierte en un símbolo de traición y envidia en un entorno donde las apariencias son todo. La sociedad exige justicia, y la pregunta que persiste es: ¿quién es realmente el responsable detrás de esta tragedia y por qué se ha permitido que el silencio prevalezca?