**El legado de Pepe Mujica: el adiós al presidente más humilde del mundo**
El 13 de mayo de 2025, el mundo se despidió de José Alberto Mujica Cordona, conocido como Pepe Mujica, un líder que se destacó por su humildad y su compromiso incansable con el bienestar de su pueblo. Mujica, quien ocupó la presidencia de Uruguay desde 2010 hasta 2015, falleció a los 89 años tras una larga batalla contra el cáncer de esófago, enfermedad que le fue diagnosticada en 2024.
Nacido el 20 de mayo de 1935 en una zona rural de Montevideo, la vida de Mujica estuvo marcada por la lucha política desde su juventud. Su trayectoria comenzó en el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros, donde participó en actividades guerrilleras en los años 60 y 70, lo que lo llevó a ser encarcelado durante 12 años en la dictadura militar uruguaya. Tras su liberación, Mujica se reconcilió con la política democrática y, con su estilo de vida austero, se convirtió en el presidente más pobre del mundo, rechazando los lujos del poder y optando por vivir en su chacra.
Durante su mandato, Mujica implementó políticas innovadoras y progresistas, como la legalización del matrimonio igualitario y la producción y consumo de cannabis, posicionando a Uruguay como un líder en derechos sociales en América Latina. Su enfoque humanista y su capacidad para construir puentes entre diversas ideologías fueron reconocidos internacionalmente, y su figura se convirtió en un símbolo de honestidad y compromiso.
A pesar de los problemas de salud que lo aquejaron durante su vida, Mujica mantuvo una actitud positiva y un deseo ferviente de servir a su país hasta el final. En su última aparición pública, expresó que había llegado a sus límites en la lucha contra el cáncer. Su fallecimiento marca el cierre de una era para Uruguay y deja un legado de lucha, idealismo y humildad que será recordado por generaciones. La vida de Pepe Mujica es un recordatorio de que la autenticidad y la dedicación al servicio público pueden cambiar el rumbo de una nación.