Un oscuro misterio envuelve la trágica muerte de Valeria Márquez, una influencer que fue asesinada bajo circunstancias escalofriantes. La autopsia, realizada por el médico forense Dr. Efraín Gutiérrez, ha revelado detalles perturbadores que sacuden los cimientos de esta conmoción nacional. Valeria recibió tres disparos, pero el más devastador fue ejecutado con precisión en el cráneo mientras ella ya estaba en el suelo, lo que sugiere un ataque premeditado. Aún más inquietante es la ausencia de residuos de pólvora en su piel, lo que indica que el asesino no estaba cerca, planteando preguntas sobre la alteración de la escena del crimen.
Un hallazgo sorprendente en su peluche, un rastreador GPS, sugiere que Valeria estaba siendo vigilada antes de su muerte. Este descubrimiento, silenciado por presiones de figuras poderosas, revela conexiones inquietantes con el mundo del espectáculo y del crimen organizado. La joven, que había intentado distanciarse de un vínculo peligroso, dejó señales que apuntan a que sabía que su vida estaba en peligro.
Las circunstancias de su muerte no solo revelan un asesinato, sino un posible encubrimiento por parte de aquellos que deberían buscar justicia. Una nota encontrada entre sus pertenencias, que advertía sobre su posible desaparición, se suma a un oscuro rompecabezas que espera ser resuelto. La voz de Valeria resuena más allá de su trágica partida, y su historia urge a la sociedad a no olvidar a las víctimas de la violencia sistemática.
La presión por silenciar la verdad se intensifica, y ahora, con testimonios que comienzan a emerger, la pregunta que prevalece es: ¿cuántas Valerias más hay esperando ser escuchadas? La justicia debe hacerse oír.