**Título: “La Furia del Garrahan: Trabajador Humilla a Lemoine en Debate Contundente”**

En un giro inesperado que ha sacudido los cimientos del debate público, un trabajador del Hospital Garrahan ha respondido con contundencia a las declaraciones de la diputada Lemoine, dejando claro que la defensa de la salud infantil no se juega en el tablero político, sino en el corazón y la dedicación de quienes trabajan a diario en el hospital.

La polémica estalló cuando Lemoine cuestionó por qué los profesionales de la salud permanecen en el Garrahan a pesar de salarios que parecen insuficientes. La respuesta del trabajador fue, sin duda, la humillada del año: “No elegimos nuestro trabajo solo por lo que ganamos, sino por una vocación que nos une y la calidad del servicio que brindamos”. Con estas palabras, el profesional no solo defendió su labor, sino que también puso en tela de juicio la desconexión que algunos políticos tienen con la realidad de los trabajadores de la salud.

El trabajador subrayó el prestigio del Garrahan, un hospital que ha sido un faro de esperanza para miles de familias. “Aquellos que han sido atendidos aquí y aquellos que conocen nuestra labor están con nosotros en esta lucha. No permitiremos el vaciamiento del hospital”. La lucha por un régimen de insalubridad y mejores condiciones laborales no es solo un reclamo, sino una necesidad urgente que resuena con fuerza entre los profesionales.

Las declaraciones de Lemoine, que fueron tildadas de “ridículas” por el trabajador, han sido vistas como un intento de dividir a la población del Garrahan. Con un salario mensual de 9 millones de pesos, Lemoine se convierte en un símbolo de la desconexión que muchos sienten hacia la realidad de quienes salvan vidas a cambio de apenas 950,000 pesos.

Este intercambio ha encendido la llama de la defensa del sistema de salud pública, y la respuesta del trabajador se ha vuelto un grito de unidad que resuena no solo en el Garrahan, sino en toda la comunidad. La lucha continúa, y con cada palabra, se fortalece el compromiso de quienes dedican sus vidas a cuidar a los más vulnerables.