**MARÍA JOSÉ Y VALERIA MÁRQUEZ: DOS VIDAS QUE REPITEN UN TERRIBLE Y TRISTE FINAL**

La tragedia golpea nuevamente. María José Estupiñán, una joven colombiana de 22 años, ha sido asesinada en su hogar en Cúcuta, en un ataque brutal que evoca el reciente feminicidio de la influencer mexicana Valeria Márquez. Este crimen, perpetrado por un hombre disfrazado de repartidor, ha dejado una herida abierta en la sociedad, recordándonos la alarmante violencia de género que azota a la región.

El 15 de mayo de 2025, María José, conocida por su carisma y contenido en redes sociales, abrió la puerta a un supuesto regalo y encontró la muerte. Al menos cinco disparos acabaron con su vida, lo que evidencia la frialdad del asesino, quien logró escapar. Este acto de violencia no es un caso aislado; se suma a un patrón desgarrador que ha dejado al país en estado de shock.

Desde 2018, María José había denunciado a su expareja por violencia intrafamiliar, pero las autoridades no le brindaron la protección necesaria. Su historia es un eco de la lucha de miles de mujeres que enfrentan la impunidad. A pesar de las denuncias y las pruebas documentadas, su vida fue arrebatada por un sistema que falló en protegerla.

La indignación ha estallado en las calles. Marchas y protestas se han multiplicado, exigiendo justicia no solo para María José, sino para todas las mujeres que han sido víctimas de feminicidio. Su caso ha resonado en toda América Latina, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y lucha.

La sociedad exige respuestas. ¿Por qué no hubo protección? ¿Quién encubrió a su agresor? La presión pública ha llevado a la reactivación de investigaciones y al llamado a una reforma urgente de los protocolos de protección. La madre de María José, Clara Estupiñán, se ha convertido en una voz incansable, clamando por justicia y recordando que su hija no murió en vano.

La historia de María José es un grito desesperado en un mundo que a menudo ignora el sufrimiento de las mujeres. Su legado será recordado, y su voz, que se niega a callar, sigue resonando en cada rincón de Colombia. La lucha por justicia apenas comienza.