**¿Por Qué Nos Mienten Sobre El Imperio Persa?**
En un giro impactante de la historia, se revela que el gran Imperio Persa, una de las civilizaciones más vastas y avanzadas de su tiempo, ha sido sistemáticamente borrado de los libros de historia. Con una extensión de 5.4 millones de km², superando al Imperio Romano, los persas controlaron casi la mitad de la población mundial en el 480 a.C. Sin embargo, su legado ha sido eclipsado por la narrativa griega que los retrató como “bárbaros” y “tiránicos”.
El Imperio Persa fue pionero en derechos humanos, creando una carta en el 539 a.C. que promovía la igualdad de razas y religiones. Inventaron la refrigeración y construyeron el primer canal que conectaba el Nilo con el Mar Rojo, pero la historia ha sido escrita por sus enemigos. El desprestigio fue una estrategia griega que les permitió reafirmarse culturalmente, mientras que sus victorias en batallas clave fueron mitificadas, elevando a los griegos a un estatus de semidioses.
Los griegos, liderados por figuras como Montesquieu y Gill, difamaron a los persas, presentándolos como el epítome del despotismo. Este etnocentrismo ha dejado una huella indeleble en la educación occidental, donde la cultura persa se ha estudiado con un sesgo de inferioridad. ¿Por qué este encubrimiento? La respuesta parece radicar en la lucha por la hegemonía cultural y un deseo de afirmar la superioridad grecorromana.
La destrucción de Persépolis por Alejandro Magno no solo marcó el fin de un imperio, sino también el inicio de su olvido. La falta de documentación persa sobreviviente, en comparación con la preservación de las obras griegas, ha condenado al Imperio Persa a las sombras de la historia.
A medida que se revelan estos hechos, surge una pregunta inquietante: ¿qué otras verdades han sido ocultadas en nuestra historia? La historia no contada del Imperio Persa es un recordatorio de que el conocimiento es poder, y un pueblo que ignora su historia está condenado a repetirla.