La tragedia ha golpeado con fuerza a la República Dominicana tras la desgarradora muerte del icónico merenguero Rubby Pérez, quien falleció en un colapso estructural en la discoteca Headset. En un emotivo acto, sus hijas, Sulinka y Ana Pérez, han roto el silencio y han alzado sus voces en un llamado a la justicia que resuena en todo el país. “Lo que ocurrió no fue un simple accidente”, afirmó Ana con firmeza, mientras la nación entera se unía en su dolor y exigía respuestas.
El fatídico evento dejó a 218 personas muertas y a cientos más heridas, convirtiéndose en una de las tragedias más devastadoras de la música latina. En un conmovedor homenaje, Sulinka interpretó “De Color de Rosa”, la última canción que su padre cantó antes de la tragedia, llenando el teatro con su voz entrelazada por el dolor y la valentía. “Mi padre fue un héroe hasta el último segundo”, recordó Sulinka, quien fue empujada a la seguridad por su padre en el momento del colapso.
La indignación por la negligencia que llevó a este desastre ha sido palpable. “No queremos que otras familias vivan lo que estamos viviendo”, clamó Sulinka, convirtiéndose en portavoz de un movimiento que exige justicia. Las hermanas han decidido no solo honrar la memoria de su padre, sino también luchar para que se tomen medidas concretas que eviten que tragedias similares ocurran en el futuro.
Mientras sus testimonios conmueven al país y trascienden fronteras, la lucha de las hijas de Rubby Pérez se convierte en un símbolo de resistencia y dignidad. “No descansaremos hasta que cada responsable pague por lo sucedido”, afirmaron, uniendo sus voces en un grito colectivo que no se detendrá hasta que se haga justicia. La historia de Rubby Pérez, marcada por su legado musical y su amor por la familia, continúa resonando en cada rincón de la República Dominicana, mientras sus hijas llevan adelante su lucha con valentía y determinación.