**Meghan se hunde tras revelación de Doria Ragland sobre el engaño de Archie y Lilibet**
En un giro inesperado que sacude los cimientos de la percepción pública, Meghan Markle se ve envuelta en una tormenta de controversia tras la reaparición de un video que muestra su enérgico baile en una supuesta sala de partos, horas antes de dar a luz a su hijo Archie. El clip, que rápidamente se volvió viral, ha desatado una ola de escepticismo y críticas, con figuras como Piers Morgan y Jeremy Clarkson cuestionando la autenticidad de su embarazo.
Las imágenes, que muestran a Meghan riendo y haciendo twerking con tacones, han dejado a millones de espectadores atónitos. “No es posible que una mujer a punto de dar a luz se mueva así”, afirmó Morgan, mientras Clarkson se unió a la crítica, sugiriendo que lo que se ve en el video es más actuación que realidad. La pregunta que resuena en el aire es: ¿realmente estuvo Meghan embarazada o todo fue un elaborado montaje?
Expertos en salud y madres reales han comenzado a analizar el video fotograma por fotograma, destacando las inconsistencias físicas que desafían la biología del embarazo avanzado. “A los ocho meses, las mujeres experimentan una presión pélvica intensa y limitaciones de movimiento”, señala una matrona, quien se une a la creciente lista de profesionales que desestiman la veracidad del clip.
La controversia no se detiene ahí. La madre de Meghan, Doria Ragland, ha insinuado que podría haber más detrás de esta narrativa, lo que ha encendido aún más las llamas del escándalo. Mientras tanto, el silencio de Meghan sobre el tema solo alimenta las especulaciones. ¿Fue todo un engaño? ¿Una estrategia de relaciones públicas que se ha vuelto en su contra?
Las redes sociales han estallado con memes y hashtags como #PregnancyGate y #FakeBabyDance, reflejando la incredulidad del público. La presión sobre Meghan crece, y la pregunta persiste: ¿qué hay detrás de esta historia que ha capturado la atención del mundo? La verdad, por incómoda que sea, podría cambiarlo todo.