En un giro dramático en el campo, Jarren Duran y el mánager de los Boston Red Sox, Alex Cora, fueron expulsados durante un crucial partido tras una controvertida decisión arbitral que dejó a los aficionados y jugadores en estado de shock. La tensión alcanzó su punto máximo cuando Duran, tras un aparente doble, fue declarado out en segunda base después de que el equipo decidiera desafiar la llamada. A pesar de las evidencias que sugerían que su mano tocó la base antes del tag, el árbitro mantuvo la decisión original, lo que desató la furia de Duran y Cora.
El juego, que se tornó caótico, vio a Duran gesticulando hacia el dugout, convencido de que había sido injustamente tratado. Su frustración fue palpable y, tras una serie de protestas, el árbitro no dudó en mostrarle la tarjeta roja. Cora, igualmente indignado, se unió a la disputa, señalando que los Red Sox no habían recibido ninguna llamada favorable durante el encuentro. En medio de un ambiente cargado de emociones, ambos fueron expulsados, dejando al equipo en una situación precaria.
Este incidente se suma a una serie de decisiones controvertidas que han marcado la serie, generando un clima de tensión tanto en el campo como entre los seguidores. Los Red Sox, que ya enfrentaban dificultades en el partido, se vieron obligados a lidiar no solo con el marcador, sino también con la adversidad de un arbitraje que muchos consideran sesgado. La situación ha desatado un debate acalorado sobre la imparcialidad de los árbitros y la frustración acumulada de un equipo que lucha por recuperar su forma.
Con el juego aún en curso y la presión en aumento, la afición espera que los Red Sox puedan superar esta adversidad y encontrar una manera de salir victoriosos en un contexto tan complicado.