**Los “sobres” de Majul: Esmeralda Mitre reveló la verdad detrás de la controversia**
En un giro inesperado de los acontecimientos, Esmeralda Mitre, accionista del diario La Nación, ha desatado una tormenta mediática al criticar abiertamente a sus propios colegas por su supuesta falta de imparcialidad. Durante una reciente transmisión, Mitre se refirió a Guadalupe Vázquez, periodista de La Nación Más, acusándola de hacer apología de la antidemocracia al promover una marcha en contra de la candidatura de Sergio Massa.
La controversia se intensificó cuando Vázquez respondió a Mitre, sugiriendo que no se podría comparar su integridad profesional con la de alguien que, según ella, presenta “evidentes problemas psiquiátricos y de autoestima”. Este intercambio de palabras se produjo en el contexto de una movilización nacional convocada por Vázquez, que fue interpretada como un acto abiertamente partidario.
Mitre, visiblemente molesta, no solo cuestionó la objetividad de Vázquez, sino que también dirigió su ira hacia Luis Majul, otro periodista de La Nación, quien, según ella, no hizo las preguntas adecuadas a Javier Milei durante una reciente entrevista. La tensión entre Mitre y sus colegas ha puesto de manifiesto la división interna dentro de uno de los medios más influyentes de Argentina.
La situación se complica aún más con las insinuaciones de Mitre sobre la existencia de “sobres” en el contexto del periodismo, lo que podría implicar un escándalo mayor que afectaría a la credibilidad de la publicación. En un momento de creciente polarización política en el país, estas revelaciones plantean serias preguntas sobre la ética y la transparencia en el periodismo argentino.
La respuesta de La Nación ante este conflicto interno y las posibles repercusiones de las declaraciones de Mitre siguen siendo inciertas, pero lo que es claro es que la controversia ha captado la atención del público y podría tener un impacto significativo en la percepción de los medios de comunicación en el país. Con la política argentina en un punto crítico, la lucha por la verdad y la imparcialidad en el periodismo se vuelve más relevante que nunca.