Una revelación escalofriante ha sacudido el barrio de Coghlan, donde se han descubierto restos humanos en el lugar donde vivió el icónico músico Gustavo Cerati. Un reciente informe de antropología forense ha confirmado que los huesos hallados pertenecen a un joven de entre 15 y 19 años, y presentan evidencias de una muerte violenta. La autopsia revela una herida de arma blanca entre la cuarta y quinta costilla, así como cortes en el fémur izquierdo, lo que sugiere un intento de desmembramiento.
Los restos fueron encontrados el 20 de mayo de este año durante trabajos de demolición en la casa de Cerati, en la calle Congreso 3700. Un grupo de albañiles se topó con un pozo oculto bajo una libustrina, donde yacían más de 150 piezas óseas, un llavero naranja y una moneda japonesa oxidada, elementos que podrían ofrecer pistas sobre la identidad de la víctima.
La investigación, dirigida por el fiscal Martín López Ferrando, ha comenzado a rastrear registros de personas desaparecidas en la década de los 90, periodo en el que se estima que el joven fue enterrado. El equipo forense, conocido por su labor en casos de desapariciones durante la dictadura militar, ha proporcionado un análisis detallado que apunta a un homicidio, aunque la prescripción del delito podría complicar el proceso judicial.
A medida que avanza la investigación, la comunidad permanece en estado de shock. La posibilidad de que un crimen haya ocurrido en un lugar tan emblemático ha desatado una ola de preguntas y un llamado urgente a la justicia. Las autoridades han solicitado información a los residentes de la zona y están decididas a desentrañar el misterio detrás de estos restos, buscando una respuesta que, por fin, pueda traer algo de paz a un caso que ha permanecido en la sombra durante más de dos décadas.