¡Última hora! El mundo está lleno de secretos y sorpresas, y hoy revelamos la existencia de siete micronaciones que desafían la noción tradicional de lo que constituye un país. Estas naciones no reconocidas oficialmente se consideran independientes y han surgido en diferentes rincones del planeta, cada una con su propia historia fascinante.
Primero, Nueva Utopía, una micronación creada en los años 90 por Lazarus Long en medio del Caribe, se basa en principios libertarios y se erige sobre una plataforma en el mar. Luego, Pontiña, un país imaginario fundado en 2007 en Funchal, Madeira, por Renato Barrios, quien se autoproclama príncipe, junto a su familia, suma un toque de fantasía a esta lista.
En Tanzania, Embati se proclamó independiente en 1960 gracias al inglés Lazam Leslimur, quien decidió que su aldea merecía ser un país. Por otro lado, Ele, una micronación danesa originada en 1944 por profesores durante un campamento de verano, lucha por ser reconocida en la isla de Leore.
La CAR, surgida en 2014 entre Chile y Argentina por activistas de Greenpeace, se erige como un símbolo de la lucha por la protección de los glaciares en los Andes Patagónicos. Mientras tanto, las Islas del Mar de Coral, concebidas en 2004 en Queensland, Australia, buscan ser un refugio para la comunidad LGBT, defendiendo sus derechos en un mundo que a menudo los ignora.
Finalmente, Armonía, un país inventado en 1996 cerca del río Cumberland en Tennessee, se presenta como una democracia socialista, aunque ha cambiado de nombre a lo largo de los años. Estas micronaciones, aunque pequeñas y a menudo olvidadas, desafían las normas y nos recuerdan que la independencia puede tomar muchas formas. ¡El mundo está más lleno de sorpresas de lo que imaginamos!