Un nuevo giro en la investigación del atentado contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner ha emergido, tras la extracción de información del teléfono de Gerardo Milman, que incluye un inquietante mensaje de WhatsApp que podría reavivar la controvertida pista Milman. Este mensaje, enviado por una secretaria identificada como Erika, revela tensiones laborales y sugiere que hay información que podría ser revelada públicamente si no se toman medidas.
El mensaje, fechado el 20 de enero de 2023, indica que Erika y sus compañeras se sienten abandonadas y desprotegidas tras la salida de Milman de su oficina, quien, según el mensaje, se encontraba de vacaciones mientras ellas lidiaban con problemas laborales. En un tono de frustración, Erika advierte que, si no se les devuelve el trabajo, están dispuestas a contar “lo que no querés que contemos”.
El fiscal Carlos Rívolo ha solicitado un análisis más exhaustivo del teléfono de Milman, argumentando que la naturaleza sensible de la investigación requiere un examen minucioso de cada mensaje. Rívolo enfatiza la necesidad de entender el contexto del mensaje de Erika y ha instado a que sea convocada como testigo de manera urgente.
Este desarrollo se produce en un momento crítico para la investigación, que ha sido objeto de críticas por su manejo inicial. La jueza María Eugenia Capuchetti, encargada del caso, había limitado previamente el alcance de la búsqueda de información en el dispositivo de Milman, lo que ha generado preocupación sobre la integridad del proceso investigativo.
La revelación del mensaje ha intensificado el interés sobre la conexión de Milman con el atentado ocurrido el 1 de septiembre de 2022, y la querella está decidida a esclarecer los vínculos que puedan existir. La presión sobre las autoridades judiciales para que actúen con rapidez y transparencia en este asunto es más fuerte que nunca, dado el impacto que este caso tiene en la política argentina y la seguridad de sus figuras públicas.