**Título: El adiós a una leyenda: La Locomotora Oliveras deja un legado imborrable en el boxeo argentino**
La conmoción recorre el mundo del deporte tras la trágica noticia del fallecimiento de Alejandra “Locomotora” Oliveras, una de las figuras más emblemáticas del boxeo femenino. A los 47 años, la multicampeona mundial perdió su última batalla contra un accidente cerebrovascular que la mantuvo en estado crítico durante dos semanas en un hospital de Santa Fe.
Nacida el 20 de marzo de 1978 en Jujuy, Oliveras no solo fue una guerrera en el ring, sino también una voz poderosa en la lucha por los derechos de las mujeres en el deporte. Con una carrera que abarcó desde su debut en 2005 hasta convertirse en campeona mundial en tres categorías, su legado trasciende los títulos: fue pionera en exigir igualdad y respeto para las boxeadoras, enfrentándose a la adversidad con la misma tenacidad que la caracterizaba en sus peleas.
Su trayectoria estuvo marcada por momentos inolvidables, como el histórico combate contra la Tigresa Acuña, que se convirtió en un clásico del boxeo argentino. Pero más allá de los triunfos, su vida estuvo llena de desafíos personales, desde ser madre a los 14 años hasta superar situaciones de violencia de género. En lugar de rendirse, decidió usar su experiencia para empoderar a otras mujeres, fundando el Team Locomotora y ofreciendo entrenamientos gratuitos a jóvenes en situación de vulnerabilidad.
La noticia de su muerte ha dejado un profundo vacío en el corazón de sus seguidores y colegas. La comunidad del boxeo llora la pérdida de una verdadera campeona, mientras que sus hijos y familia la despiden en un momento de dolor e incredulidad. La Locomotora Oliveras no solo fue una atleta excepcional, sino un símbolo de lucha y resiliencia que inspiró a muchos. Su legado perdurará, resonando como un eco en el ring y en las vidas de quienes tuvieron el privilegio de conocerla. Hoy, el boxeo argentino se viste de luto, pero también celebra la vida de una mujer que peleó hasta el último round.