**Marina Calabró: Entre lágrimas y furia tras el comentario de Vero Lozano**
En un impactante giro de los acontecimientos en la televisión argentina, Marina Calabró se encontró en el ojo del huracán después de que un comentario de Verónica Lozano resucitara una de las heridas más profundas de su vida. Durante una entrevista en “Entre Risas”, Lozano hizo alusión a las fotos íntimas que hace años se filtraron de Calabró, un episodio que la periodista ha calificado como un delito y una pesadilla. La reacción de Marina no se hizo esperar: llegó al canal entre lágrimas, visiblemente afectada y pidiendo que no la grabaran.
El cruce comenzó cuando Calabró, en su rol de periodista, mencionó que Graciela Alfano había sido retirada de “Corta” por decisión de Lozano. La respuesta de esta última, lejos de ser diplomática, fue un comentario mordaz que tocó una fibra sensible. Según fuentes cercanas, Marina se sintió revictimizada, y su dolor la llevó a considerar acciones legales contra Lozano, enviándole incluso una carta documento.
El clima en el canal era tenso. Testigos relatan que, en la sala de maquillaje, Calabró expresó su enojo y tristeza, mientras el productor Chato Prada intentaba calmarla. Para muchos, el comentario de Lozano no fue un simple chiste; fue un recordatorio brutal de un trauma personal que aún no ha sanado.
La situación ha generado un debate sobre los límites del humor en la televisión y la responsabilidad de los comunicadores al abordar temas sensibles. Algunos opinan que la broma de Lozano fue inapropiada, mientras que otros argumentan que Calabró, al ser una figura pública, debe aceptar el escrutinio. Sin embargo, el consenso parece ser claro: hay heridas que no deberían ser reabiertas por el simple hecho de buscar ratings.
Mientras tanto, la comunidad de espectadores observa con atención cómo se desarrolla esta historia. ¿Habrá una disculpa pública que ayude a calmar las aguas, o el conflicto escalará hacia un enfrentamiento legal? En el mundo del espectáculo, las cicatrices pueden ser profundas, y el dolor, ineludible.