La Reina Sofía ha humillado públicamente al presidente Pedro Sánchez en medio de la devastadora crisis de incendios que ha arrasado más de 115,000 hectáreas en España. Mientras el mandatario disfruta de unas vacaciones, la reina ha tomado medidas inmediatas y concretas para ayudar a los afectados. A través de su fundación, ha lanzado un fondo de 50,000 euros destinado a la asistencia urgente y a la reforestación de las áreas más afectadas, especialmente en la provincia de Orense.
La acción de Doña Sofía contrasta drásticamente con la inacción del gobierno, que se ha limitado a prometer ayuda sin ofrecer plazos ni cifras claras. En un momento en que las familias han perdido hogares y seres queridos, la reina ha demostrado un compromiso real y tangible, actuando donde otros han fallado. Su iniciativa no solo busca aliviar el sufrimiento inmediato, sino también abordar daños que a menudo quedan fuera del alcance de los seguros y fondos de emergencia.
Mientras los incendios continúan arrasando el territorio y se han detenido a varios presuntos pirómanos, la reina ha manifestado su preocupación por la devastación que enfrentan muchas comunidades. En colaboración con la Xunta de Galicia, ha impulsado un proyecto de restauración en la Serra Docurel, un área de gran riqueza ecológica.
El contraste es abrumador: donde Pedro Sánchez y su ministro del Interior, Fernando Grande Marlasca, ofrecen discursos vacíos, la Reina Sofía presenta soluciones efectivas. En medio del caos y el humo, la corona ha demostrado que la acción efectiva supera a las palabras. Mientras el gobierno sigue de vacaciones, la reina se erige como símbolo de servicio público y compasión. La humillación política es evidente, y la urgencia de la situación no puede ser ignorada.