¡ESCÁNDALO EN COLOMBIA! Iván Mordisco, el temido líder disidente de las FARC, ha declarado la guerra al presidente Gustavo Petro en un mensaje explosivo transmitido en vivo. La amenaza surge tras la impactante captura de su hermano, Luis Fernando Vera, conocido como “el mono Luis”, durante un operativo policial en Cundinamarca. Este arresto ha desatado una furia incontrolable en Mordisco, quien ha hecho una entrega siniestra al mandatario, advirtiendo que su familia será blanco de represalias.
El comunicado de Mordisco, que se ha esparcido rápidamente por aplicaciones de mensajería, es una declaración de guerra que resuena con ecos de violencia y venganza. En él, critica ferozmente al gobierno de Petro, acusándolo de emplear tácticas represivas similares a las de épocas pasadas. “La bajeza a la que ha llegado Gustavo Petro nos recuerda las épocas de Álvaro Uribe”, sentenció, estableciendo un paralelo que busca deslegitimar al actual gobierno.
Mordisco no se detuvo ahí. Con un tono escalofriante, hizo un llamado directo al presidente: “Si usted lo desea, acabe con el resto de mi familia”. Esta amenaza no solo busca intimidar, sino también trasladar la responsabilidad de cualquier daño a su familia directamente a Petro, en un intento de manchar su imagen pública.
La captura de “el mono Luis” no solo representa un golpe a la estructura criminal de Mordisco, sino que también revela la vulnerabilidad del líder guerrillero. La respuesta de Mordisco es un recordatorio de que la lucha armada sigue viva, y que el conflicto en Colombia está lejos de resolverse. Mientras las autoridades están en alerta máxima, la nación entera observa con temor cómo las sombras de la violencia vuelven a cernirse sobre el país.
La situación es crítica y el tiempo apremia. La respuesta del gobierno debe ser contundente y estratégica, no solo en el ámbito militar, sino también en la narrativa que se construye en torno a este conflicto. La paz, una vez más, se encuentra en un delicado equilibrio.