En un giro impactante de los acontecimientos, la familia de la exboxeadora Alejandra “Locomotora” Oliveras se encuentra sumida en el dolor y la indignación tras la abrupta suspensión de su cremación. La decisión, provocada por una denuncia del físico culturista Aldo Parodi, ha desatado una tormenta mediática y judicial que ha dejado a sus hijos, Alejandro y Alexis, sintiéndose invadidos y traumatizados en un momento ya de por sí desgarrador.
La denuncia, considerada por la familia como infundada y sin pruebas, ha llevado a que el cuerpo de Oliveras sea sometido a una autopsia, una medida que sus hijos describen como una “total falta de respeto”. “Es un sinsentido que se avance tanto por una denuncia que no tiene fundamento”, expresaron en una emotiva entrevista, enfatizando el dolor que sienten al tener que reconocer el cuerpo de su madre en estas circunstancias.
El abogado de la familia, Luis Gilbert, también se mostró indignado, cuestionando la competencia del sistema judicial que permitió que una denuncia de este tipo se tomara en serio. “Estamos ante un denunciante serial que busca sus cinco minutos de fama”, afirmó, mientras la comunidad se pregunta por qué se le dio lugar a una acusación tan controvertida.
Con la cremación inicialmente programada para ayer, la familia había planeado un emotivo adiós, pero la intervención judicial ha dejado a todos en un estado de incertidumbre y angustia. La multitud que se reunió para rendir homenaje a Oliveras, una figura querida en el deporte, ahora se enfrenta a la realidad de que su despedida ha sido interrumpida por un proceso legal que muchos consideran absurdo.
La situación sigue en desarrollo, mientras la familia y sus allegados claman por justicia y respeto en un momento que debería ser de duelo y reflexión. Las redes sociales se han inundado de apoyo hacia la familia, que exige respuestas sobre la legitimidad de la denuncia y la urgencia de permitir que su madre descanse en paz.