La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha lanzado un ataque contundente contra el vicepresidente Jid Bans, acusándolo de propagar mentiras y de poner en riesgo la seguridad de la ciudad. En un intercambio acalorado, Bass respondió a las críticas del vicepresidente, quien había señalado que las políticas de la alcaldesa y del gobernador Gavin Newsom amenazan a los funcionarios federales.
Durante su discurso, Bass enfatizó el trauma que sufren los niños en la ciudad, quienes se preguntan por qué sus padres no regresan a casa. Resaltó que el vicepresidente no entendió la esencia de Los Ángeles, una metrópoli de inmigrantes que se enfrenta a la violencia y el miedo. “¿Quiénes son estas personas armadas que circulan en nuestras calles?”, cuestionó, refiriéndose a individuos enmascarados que han sembrado el pánico en la comunidad.
La alcaldesa defendió la labor del Departamento de Policía de Los Ángeles, que ha manejado la situación con eficacia, y rechazó las acusaciones de que las autoridades locales incitan a la violencia. “Mantenemos la paz en nuestra ciudad”, afirmó, desmintiendo las afirmaciones del vicepresidente sobre el descontrol en las calles.
Bass también criticó el desprecio del vicepresidente hacia el senador local, llamándolo por un nombre incorrecto. “No es cualquiera, es nuestro senador”, enfatizó, subrayando la falta de respeto hacia la representación local. La alcaldesa concluyó su discurso reafirmando la unidad de Los Ángeles frente a los intentos de división.
Mientras la ciudad se recupera de las recientes tensiones, Bass instó a la comunidad a apoyar a los negocios locales, que han sufrido pérdidas significativas debido al miedo generado por las redadas y la violencia. “Es hora de que nuestra ciudad se una y se levante”, concluyó, dejando claro que Los Ángeles no se dejará dividir.