**Tragedia en el mundo del espectáculo: María Julia Oliván enfrenta una dura batalla tras un accidente devastador**
La conmoción invade el ambiente de Canal 13 tras la impactante noticia sobre la periodista María Julia Oliván, quien lleva 46 días sin poder moverse de la cama tras un trágico accidente doméstico con una estufa de etanol. Este suceso, que ocurrió el 13 de junio, ha dejado a sus colegas y seguidores en estado de shock, al revelarse los dramáticos detalles de su estado de salud.
Oliván, conocida por su trabajo en medios de comunicación y por su espíritu indomable, sufrió quemaduras severas en su brazo y pierna tras una combustión inesperada al intentar encender la estufa. Según Fernanda Iglesias, amiga y colega, la situación fue crítica, y su vida estuvo en peligro hasta que logró quitarse la ropa en un acto desesperado que le salvó la vida.
Desde entonces, la periodista ha estado internada en el Hospital Alemán, donde ha permanecido en terapia intensiva, enfrentando un calvario de dolor y múltiples intervenciones quirúrgicas. Durante seis semanas, ha estado aislada en un subsuelo sin luz natural, dependiendo de sueros y calmantes para sobrellevar el sufrimiento físico. Recientemente, un pequeño rayo de esperanza llegó con su traslado a una sala común, donde por fin pudo ver la luz del día.
A pesar de las adversidades, María Julia ha mantenido un espíritu resiliente. Su principal preocupación sigue siendo su hijo, quien está siendo cuidado por su padre. La fortaleza de Oliván es admirable, y su capacidad para sonreír en medio del dolor ha conmovido a todos los que la conocen. Sin embargo, el camino hacia su recuperación es largo y lleno de incertidumbres, ya que aún necesita más operaciones y no hay una fecha definida para su alta.
Este trágico accidente no solo pone de relieve los riesgos del uso de estufas de etanol, sino que también nos recuerda la fragilidad de la vida. La historia de María Julia es un llamado a la empatía y a la solidaridad en un momento en que la humanidad necesita más que nunca unirse en torno a aquellos que luchan en silencio.